Sueño 15: Saltar

Eliges la mejor cama elastica y empiezas a saltar intestas tocar el cielo con la manos y asignarle un olor al aire, el olor de la libertad.

Comienzas a revotar fuertement con la cama, y nadie se da cuenta, levanto lo brazos y toco las cuerdas de seguridad la rozo con la yema de los dedos, me siento viva me siento bien, me duele la espalda pensareis que soy una masoca, pero me gusta me duele pero esa sensacion, levantas lo frazos y enconjes la piernas y te dejas guiar...

Todo es paz siente como si no hubieras salido a la calle en años y que nunca sentirias ese calor y frescor a la vez que corre alrededor, un salto brusco en el que te pone en posición para tumbarte y caes rebotada de aquella sensación puedes sentir como tu corazón late deprisa como enseguida te animas una amplia sonrisa y una brisilla camuflada con la noche en un día de luna llena.

Genera de nuevo el salto consigues tocar la luna y ser un pirata cual misión es el infinito horizonte por instantes consigues volar, consigo sentirme como un gorrioncillo recibiendo la cálida patada de los padres.

Pero cuando al fin consigo acostumbrarme al dolor y seguir saltado sin parar, sin cansarme como si el saltar fuera parte de mi, como su fuera parte del susurro del viento, como si me camuflara con la luna, y los muchachos no escucharan mis pensamientos, cuando al fin me acostumbre a las miradas, cuando al fin todo es uno, un pito ensordecedor suena, aqui el horror penetra en mi cuerpo debo parar, intento mentalizarme, pero no puedo, el chico de aspecto joven pita de nuevo el silbato refiriéndose a mi, me baje forzada tristona me puse los zapatos y mi padre me extiende otra ficha, había que gastar la ultimas fichas, corri emocionada a las escaleras que se comunicaban con las colchonetas el hombre me pidió de nuevo la ficha y me tire a la primera colchoneta que pille entonces lo senti de nuevo el dolor y el placer a la vez, el susurro del viento, y mis brazos plenamente estirados mis piernas sin embargo se encongian para poder llegar mas alto conseguir volar.

Desde entonces las camas elasticas son de mis atracciones favoritas en las fiestas de mi pueblo.

Si os dais cuenta es algo que nunca se queda ni demasiado pequeño ni demasido grande es algo que a mi sinceramente me encanta, tambien poder sentir el roce de los pies con la conchoneta provando la elasticidad y blandita que esta esa cama elastica, es como si es fuera mi oficio probar camas elasticas mientras disfrutas y te vuelves a sentir vivo